Urbano Lugrís
Un descubrimiento de talla en el corazón de A Coruña sacudió en los años 50 los cimientos de la arqueología: los romanos habrían sido maestros destiladores de bebidas espirituosas a tenor de los restos de vasijas encontradas en las excavaciones de un antiquísimo cementerio de la calle Real. El hallazgo fue noticia de portada. Pero sólo un día. Resultó ser un fabuloso bulo, obra y arte de la mente traviesa de Urbano Lugrís, genial pintor de realismo mágico, poeta y bohemio empedernido. Con su inseparable Avilés de Taramancos, el joven poeta de Noia exiliado en A Coruña para supuestos estudios navales, se había divertido esparciendo entre las excavaciones del cementerio romano trozos de una botella de barro de ginebra que ambos habían consumido.
Huellas del trazo surrealista y mágico de Lugrís quedan en realidad por todo el litoral de Galicia, desde "el Ferrol de su Excelencia", como le espetó el pintor al mismísimo Franco, hasta Baiona, con especial presencia en A Coruña, donde nació hace cien años, y Vigo, en la que murió, casi en la indigencia en víspera de Nochebuena de 1973.Era una de esas innumerables noches dedicadas por aquella curiosa pareja de amigos a recorrer las tabernas, proclamar versos y practicar, a borbotones, el humor y la retranca en un intento de llenar de destellos de arte y juerga la oscuridad de una España sometida al yugo de la dictadura.
Su universo abarcaba un radio de apenas 200 metros. Su tío era el epicentro de una fauna de intelectuales posibilistas que en vez de exiliarse escaparon de la represión a través de la bohemia, las tabernas y bares de alterne.
Pintaba murales a cambio de tazas de vino. Muchos desaparecieron en reformas y la humedad hizo estragos en otros. En A Mundiña, la antigua tasca O León, sólo se conserva un trozo de pared con una ballena-barco. Y en el ahora café Vecchio de la calle Real de A Coruña, permanece, deteriorado, el mural que pintó por encargo de un banco. Cerca de allí, tenía su diminuto estudio, en una casita ahora tapiada con un muro decorado, ironía del destino, por un colorista graffiti.
Urbano Lugrís (A Coruña 1908- Vigo 1973)
Abajo un vídeo con algunas de sus obras
*Parte del texto extracto de El País 27 sept 2008
Comentarios